La columna de Cine a cargo de Bahía Flores, todos los martes en Cualquiera.

domingo, 20 de febrero de 2011

Lazos de Sangre

Título original: Winter’s Bone
Género: Drama, Thriller
País: USA
Directora: Debra Granik
Guión: Debra Granik, Anne Rosellini, Daniel Woodrell (novela)
Reparto: Jennifer Lawrence, John Hawkes, Garret Dillahunt

Jennifer Lawrence es Ree, una chica de diecisiete años que debe llevar adelante un hogar con una madre enferma y  dos hermanos pequeños. Su padre fue preso por tener un laboratorio de “crank” (metanfetamina) y una mañana el sheriff le informa que su casa ha sido puesta como garantía para la fianza. En pocos días lo perderá todo si su padre no se presenta al juicio, por lo que Ree se dispone a encontrarlo.
Si hay algo que uno siente a flor de piel es la autenticidad del personaje de Jennifer Lawrence, ella nos pide que nos pongamos en su lugar, y nos genera admiración por esta chica que se ha ganado su sitio como uno de los personajes de más valor y fortaleza que ha mostrado el cine.

Una de las posibles soluciones para Ree es entrar en el ejército,  porque éste ofrece 40.000 dólares de bono a quien se enrole, y hay una escena muy curiosa donde ella tiene una entrevista con un oficial. Ree llega llena de moretones porque le dieron  una paliza, y con ansiedad saca el tema del bono de dinero, a lo cual el oficial, con mucha paciencia y un tono bastante neutro y formal le pregunta por qué quiere enlistarse, le dice que no puede hacerlo sin autorización de sus padres y la interroga por la razón de esos moretones en su cara. Ree explica una versión a medias de la situación, pero en síntesis es obvio que esa no es una posibilidad para ella. El oficial, cual voz de la conciencia, le dice que quizás sea un reto más grande quedarse en casa y cuidar de sus hermanos. Sin duda que lo es.

En una atmósfera cerrada, casi un microcosmos frío y áspero, las horas corren mientras ella golpea puertas con fuerza y convicción, con el valor que surge de la más auténtica necesidad, para sólo encontrar silencio. Uno puede sentir la frialdad del ambiente en los rostros herméticos de esos vecinos, que tienen todos entre sí una relación de parentesco, y que por momentos parecen mostrar un atisbo de compasión, pero la dureza de su carácter y las lealtades sobre las que se sostienen no dan tregua. El misterio se genera a partir de estos personajes y de este lugar, donde  lo que dominan son los secretos, alianzas y códigos, mucho más fuertes que el brazo de la ley. Se trata de gente curtida e inflexible, que más que habitantes de las montañas parecen una extensión de ellas.
El desafío que tiene el espectador de Lazos de Sangre es aceptar el velo de silencio, la oscuridad que ya sea intencional o no, no nos deja conocer más de lo necesario. Desde el principio se mantiene la idea de impenetrabilidad y de cierta impotencia, dentro de ese microcosmos del que tendremos que sacar nuestras propias conclusiones, porque la directora es fiel a sus personajes y  nosotros estaremos a la par de ellos, envueltos en el misterio, hasta el final.

jueves, 17 de febrero de 2011

Cisne Negro

Título original: Black Swan
Género: Thriller - Drama
País: USA
Director: Darren Aranofsky
Guión: Mark Heyman, Andres Heinz, John J. McLaughlin
Reparto: Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis, Barbara Hershey, Winona Ryder

Nina (Natalie Portman) es una chica torturada por la represión psicológica de su madre (Barbara Hershey) y por conseguir el papel de prima balerina en una nueva representación del Lago de los Cisnes, que dirije el personaje de Vincent  Cassell.
Si bien es un thriller cuyos ingredientes principales han sido usados muchas veces: la artista que vive una vida sacrificada para alcanzar el éxito, la madre castradora, el director exigente, la competencia tras bambalinas, etc, la película tiene un lado psicológico intenso y oscuro, que no tiene nada que ver con lo anterior. Aronofsky suma estos ingredientes y construye algo nuevo, donde el eje de la historia es el concepto del doble, un tema recurrente en la literatura y el cine, enriquecido por este ambiente asfixiante y por momentos retorcido que resulta ideal como caldo de cultivo.
La historia original del ballet ha tenido muchos finales alternativos, y existe la idea de traición representada en otra mujer, pero no así la división entre cisne blanco  (pureza, delicadeza y perfección) y cisne negro (impulso, pasión y sensualidad) que introduce la versión de la película. El personaje de Nina se va rompiendo de a poco, va produciendo un quiebre en la dualidad. El otro está en todos lados, lo vemos en el desarrollo de la trama y en la construcción de los personajes, en los celos hacia su compañera/competidora (Mila Kunis), y en las transformaciones físicas que Nina padece en sus alucinaciones, ya que de a poco parece estar convirtiéndose en un cisne propiamente dicho. Ese otro puede ocupar el lugar del personaje y hacerlo desaparecer, de allí la paranoia, la constante amenaza de ese doppelganger que es sombra y barrera.
En definitiva, el ballet es sólo una excusa.

Red Social

Título original: The Social Network

Género: Drama
País: USA
Director: David Fincher
Guión: Aaron Sorkin
Reparto: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake.
Red social es una película, cómo todos saben, acerca de los creadores de facebook, y más particularmente de Mark Zuckerberg, brillantemente intrepretado por Jesse Eisenberg (Adventurland y Zombieland). 
Escuché decir a algunas personas que no les interesaba ver la película dado que no entendían internet y mucho menos facebook.  Sin embargo el film no se basa en la mecánica cibernauta ni las conexiones que la red social permite, si bien la terminología técnica abunda. Sería como ver una película acerca de un complot corporativo en el que tampoco entendemos gran parte de los términos que se usan pero donde la trama pasa por otro lado, y la seguimos desde allí.
La película es un momento extraído de una era, que la ejemplifica con mucha claridad. Se trata de la herramienta que conecta al mundo, que ha transformado la forma de comunicarse para la mayoría de las personas.
Jesse Eisenberg dice más palabras por minuto de las que uno podría imaginarse humanamente posible, al mismo ritmo, con el  mismo tono y las misma nota de desinterés porque se lo entienda o no. El personaje pareciera tener más cerebro que emociones, demasiado sumergido en su propio mundo como para compartir el de los demás. Se podría encontrar una ironía y a la vez una alegoría entre este ser incapacitado para relacionarse socialmente que termina, por despecho, convirtiéndose en el creador de la red social más revolucionaria hasta la fecha.
  Y si volvemos a la idea de la representación de una era, vemos sutil e inteligentemente plasmado el trasfondo,  donde el constante bombardeo de información, la velocidad en las comunicaciones, la absoluta y globalizada conectividad, no contribuye necesariamente a reducir la soledad de los individuos. Somos pequeños trozos de información en un portal, nuestra identidad está allí plasmada y publicada para conectarse con otras identidades a través de afinidades. La palabra tipeada, las imágenes y los videos son el eco de nuestra personalidad lanzado al ciberespacio, en busca de una posible respuesta. El final, donde vemos a Zuckerberg haciendo click tras click para actualizar el perfil de Facebook de la novia que lo dejó al comienzo de la película, y ver si acepta su solicitud de amistad, es más que elocuente.