La columna de Cine a cargo de Bahía Flores, todos los martes en Cualquiera.

sábado, 30 de abril de 2011

De Halloween a Scream...4

Cierra bien las puertas y ventanas, mantente alerta y sobre todo... no atiendas el teléfono.


El cine de terror tiene la virtud de ser como una montaña rusa que en su recorrido puede perturbarnos, asombrarnos y por supuesto aterrorizarnos, con el alivio posterior de saber que es sólo una película. Pero esa adrenalina que nos absorbe durante el film, muchas veces (cuando la película es buena) permanece latente y nos estremece hasta los límites que sólo nuestra imaginación puede establecer.


Hoy está en nuestras salas la última película de la saga de Scream de Wes Craven (responsable también de Freddy Krueger), y para acercarnos mejor a esta película lo ideal sería empezar por el principio…



Todo comenzó allá por 1978 con Halloween de John Carpenter, el que según cuenta en un documental de Mark Gattis (A History of Horror) se inspiró en las calles de Pasadena, California por el paisaje despejado de jardines bien cuidados, casas bonitas y ese ambiente que recuerda el ideal de clase media americana. Carpenter vivió su infancia en un pueblo pequeño de Kentucky, donde las calles estaban desiertas la mayor parte del tiempo, nadie salía de sus casas y esta sensación de desolación en una especie de pueblo fantasma, podía ser de lo más inquietante para una mente imaginativa. En medio de esa quietud, cualquiera podría estar acechando, vigilando, detrás de cada sombra, de cada arbusto, de cada pared.
La esencia del terror de Halloween es que Michael Myers (el asesino) es una entidad y no tanto un ser humano.  Éste personaje que en su niñez parece haber entrado en un estado catatónico y no se inmuta con nada, refiere a una carcasa de piel y huesos que esconde un núcleo de oscuridad y maldad que no podemos llegar a comprender. Michael Myers es la síntesis fría del terror más intrínseco y esencial, así como lo vemos y en la simplicidad de la explicación que se da sobre él en la película, representa un mal primitivo, absoluto e impenetrable. No sabemos qué es lo que lo motiva, está totalmente deshumanizado, con lo cual es sólo una “cosa” imparable que ostenta una cuchilla y una máscara. Esta idea, que evade explicaciones, es lo que genera la fuerza perturbadora de la historia, eso y la omnipresencia del personaje, que siempre está cerca, acechando y convirtiendo  un vecindario tranquilo y corriente, en un escenario terrorífico.
Carpenter es un maestro de la sugestión y lo logra creando un ambiente, manejando elementos básicos de puesta en escena con mucho criterio. Así como también con una narrativa donde la interacción entre los personajes y el ambiente, o los personajes y las cosas, genera tensión en sí misma.  Llevándonos a pensar que el mal existe dentro y más allá del hombre, y principalmente en aquellas cosas que no podemos entender y mucho menos controlar.



Entre 1978 y la actualidad se han realizado toneladas de slasher movies (películas donde hay un asesino que acuchilla a sus víctimas), y es que Halloween abrió una puerta por la cual varios directores entraron con mucho gore y poca astucia. 
Cuando llega Scream, en 1996, nos encontramos con referencias que nos remiten a Halloween y con un plato lleno de guiños sobre elementos distintivos de películas del género y mucho aderezo de parodia, todo mezclado cuidadosamente para deleitar a una gran audiencia.  Scream atemoriza, divierte, y mantiene la tensión desde el comienzo hasta el final. No se puede esperar menos de Wes Craven.
Scream 4 retoma donde dejaron las anteriores y vuelve al escenario de la original, así como también por supuesto a los personajes, y es más que nunca una parodia de sí misma al ser la cuarta de la saga.
El comienzo de la película es uno de sus mejores momentos, del cual no diré nada porque la sorpresa es un efecto importante. De allí en adelante se construirá el misterio a partir del cual nos la pasaremos tratando de identificar al asesino. 
Como siempre, habrá mucha idiotez general por parte de los personajes, que siendo incautos hasta la médula, entrarán a todos los lugares que no deben, harán todo lo que no tienen que hacer y se distraerán con nimiedades en los momentos menos apropiados. Lo cual exaspera un poco al espectador pero por esa misma razón divierte y tensiona.
Lo que mejor le sale a la película es la conciencia de sí misma, ya que al saber cuál es su función se atiene a eso, no pretende más y en ese sentido no se cae.
Así es que si disfrutaron las anteriores y son amantes del género, vayan entregados (no como los personajes), y con la idea de pasar un buen rato de cuasi nostalgia de terrores pasados.

viernes, 22 de abril de 2011

J.J. Abrams no para


Se viene la nueva peli del creador de Lost, se llama Super 8 y en síntesis trata de un grupo de chicos pueblerinos que graban un accidente de tren con su cámara super 8, y pronto descubren que lo que pareció accidental no lo es tanto... la gente empieza a desaparecer, la intriga a crecer y supongo que habrá mucho misterio jugoso a lo Abrams.
La película se encuentra en estos momentos en su post producción, así es que seguramente podremos verla entre mediados y fines de este año.
Aquí les dejo el trailer para que vaya aumentando la expectativa.




Y ya que estamos en el tema, J.J. se embarcaría en un nuevo proyecto que incluye robots samurais (?!), los detalles son top secret por ahora, pero también se venía corriendo la voz de que allá por fines de 2009, había comprado los derechos de la serie de tv de cartoon network Samurai Jack. Será este un híbrido? hará las dos? hummm quizás en algunos meses lo sepamos.

(fuente avclub.com)

jueves, 21 de abril de 2011

Donnie Darko

Esto viene de un archivo personal, a cuenta de que ésta fue la película elegida para presentar la banda sonora el miércoles pasado. 


"Fate
Up against your will
Through the thick and thin
He will wait until
You give yourself to him"

Echo and the Bunymen: “The killing moon"



Un lugar sumergido en una realidad muchas veces ridícula e injusta, un mundo en el que una mente que percibe es percibida como una rareza que hay que corregir, donde el tiempo es lineal así como lo son los conceptos a través de los cuales las personas rigen su vida. Un lugar en el mundo donde lo correcto es funcional, la felicidad se puede unir con flechas en una pizarra y el tiempo existe porque existen las rutinas. Sólo algunas palabras sueltas lanzadas al aire por personas que ven un poco más allá de la estructura pueden iluminar la mente de algún que otro buen oyente. Es aquí donde transcurre la historia de un chico conflictuado que tiene problemas para distinguir la realidad del sueño, un chico que camina dormido y que ve imágenes oníricas cuando está despierto; que sigue a un conejo blanco y como Alicia se encuentra con un mundo descabellado, enfrentándose a lo que allí encuentra porque su mente le dice que todo a su alrededor está torcido. Y este chico, como Alicia, se deja caer por un agujero, un rabbit hole o wormhole, donde el tiempo y el espacio se doblan y se unen en un punto donde la realidad se quiebra. Y de repente, puede ver la dirección de su vida en una línea que va y vuelve sobre sí misma y que representa la voluntad, invisible a los ojos distraídos de los que viven sumergidos en el mundo convencional descabellado. Y en el momento en que este vector se vuelve visible y la dirección de la voluntad tiene una orientación clara, se halla la pregunta de si ésta proviene de nosotros mismos, de algo más allá o si acaso ambos significan lo mismo. Todo pareciera ser un círculo, donde el sentido es simplemente que las consecuencias son inevitables ya sea que ocurran como producto de alguna causa o que sean causa desde un principio. La cuestión se plantea en si alguien está lo suficientemente despierto o lo suficientemente fuera de su conciencia para verlo y decidir voluntariamente sobre su destino. El conejo blanco que sale del agujero trae un mensaje en la noche, un mensaje para aquel cuya percepción pueda quebrar la estructura de la realidad lineal. Y mientras la gente feliz llora su miseria en privado, el disfuncional abre su mente al espacio y el tiempo para cambiar su destino y el de las personas que lo rodean.
Algunos de los temas que pueden envolverte en el ambiente de Donnie Darko son:

The Killing Moon, Echo and the bunnymen http://www.youtube.com/watch?v=aX1PwkgwsG0

Under the milky way tonight, The Church http://www.youtube.com/watch?v=V-mQyRuHIuA

Head over heels, Tears for Fears http://www.youtube.com/watch?v=VWJPa0bvWnM

Juan de los Muertos

Por Danisa Ríos | Cine

‎"Cincuenta años después de la revolución cubana una nueva revolución está a punto de comenzar" dicen los carteles publicitarios de la película de zombies cubana que verá la luz este año. 
Los zombies siguen siendo la metáfora preferida de muchos creadores, pero esta peli es además todo un acontecimiento!


Extras vestidos como zombies descansan durante el rodaje de Juan de los muertos.
A cargo del director Alejandro Brugués, Juan de los Muertos es un film que sitúa una orda de zombies hambrientos en la Havana y, aunque el gobierno diga que se trata de un grupo de disidentes respaldados por EEUU, Juan, un desocupado habanero de cuarenta y tantos, descubre que se trata de los no-vivos y se le ocurre poner un negocio para acabar con ellos de manera lucrativa, cobrando para aplastar cerebros zombies, al mejor estilo casafantasmas.

Un cuento chino y Los Marziano: pequeñas historias en grandes películas

Un cuento chino de Sebastián Borensztein


Roberto (Ricardo Darín) es un hombre que vive solo y se dedica a atender su ferretería, no se da mucho con nadie, se la pasa rezongando y a la única mujer que podría estar interesada en él, le responde con evasivas.
Por esas cosas de la vida, en un momento de tranquilidad en que toma una cervecita y mira pasar los aviones sentado en su sillón playero al lado del auto, un taxi frena de golpe a su altura y desde la puerta trasera sale expulsado un chino al que obviamente le han robado todo. Roberto no puede más que tratar de ayudarlo y muy a su pesar es la única persona que parece capaz hacerlo.
Algo que suele ser difícil de alcanzar sin caer en la exageración o en la obviedad es la conexión entre hechos que en una especie de relación holística hace que el principio se una con el final en una cadena que en este caso, bien podría ser fantástica de lo absurda que resulta. Y la cuestión es que algunos de los hechos más dolorosos en una vida o una historia suelen ser increíbles hasta el absurdo. Como por ejemplo la guerra de Malvinas, porque Roberto es un ex combatiente y esa participación fue el detonante para que su vida sea lo que es y él sea como es. Una persona no pasa por un hecho como ese gratuitamente y no sólo la persona, sino también el entorno cercano se ve afectado como en un dominó.
La historia de este chico chino y del personaje de  Darín, se entrecruzan por un destino que aunque parece caótico, resulta tener su propia lógica.


Los Marziano de Ana Katz

Guillermo Francella es Juan, un cincuentón de apariencia feliz y despreocupada que se moviliza en una scooter y vive una vida sencilla en Misiones. Arturo Puig es su hermano Luis, que vive con su esposa en un country de Buenos Aires, que maneja las cuentas en dólares, y pasa gran parte de su tiempo jugando al golf. Juan un día se topa con un cartel en la ruta y nota que no lo puede leer, no distingue lo que las letras dicen en su conjunto por más que lo intente. Mientras tanto Luis, se cae en un pozo de toda una serie de pozos que alguien ha cavado por doquier en la cancha de golf. Así es como arranca la trama, Luis se obsesiona por encontrar al responsable de los pozos y Juan se toma un colectivo para ir a Buenos Aires porque debe hacerse ver por médicos especialistas. Los hermanos no se hablan, están distanciados más allá de la distancia desde hace años, y ahora estas dos líneas paralelas que no se tocan en ningún punto, deben unirse de alguna manera.

Esa fue un poco la sinopsis de cada una de las películas, y la razón por la cual decidí hablar de ambas juntas, es porque busco destacar que las dos tienen un eje narrativo que las sostiene magistralmente. Porque el guión está pulido y afinado, los personajes están construidos con destreza y tienen bases auténticas en una realidad cotidiana y sencilla reflejada con naturalidad. Y es que cualquier reacción del espectador, ya sea risa o emoción, está provocada por esa sustancia que emerge por sí sola de una historia bien contada, por el desarrollo sostenido las situaciones, y por la gracia e inteligencia del diálogo.

Más allá de recomendarles una película, los estoy instando a ir al cine a ver la maestría de dos directores nacionales, Ana katz y Sebastián Borensztein.