La columna de Cine a cargo de Bahía Flores, todos los martes en Cualquiera.

martes, 26 de julio de 2011

La última de Carpenter: Atrapada

Título Orginal: The Ward 
Título en español: Atrapada
Año: 2010
Paìs: EE.UU
Director: John Carpenter
Reparto: Amber HeardMamie Gummer and Danielle Panabaker
Género: Horror - Thriller Duraciòn: 88 minutos

Sinopsis: Una chica fugitiva quema una casa y es internada en un neuropsiquiátrico en el que junto a sus compañeras de sala (la machona-provocadora, la víbora-seductora, la niña-autista, la buena-con-los-pies-en-la-tierra) se enfrentará a un fantasma de mujer (que siempre dan más miedo) y, mientras todos saben algo, ella deberá intentar escapar y develar un gran misterio que la involucra.

Carpenter juega en la B

Por Georgina Vorano 

John Carpenter
The Ward es el último film de John Carpenter, director norteamericano que en los 80 formó parte, junto a David Cronenberg y Wes Craven, de lo que se llamó las “tres C” del cine de terror moderno. Esto responde a que Carpenter es una marca registrada del cine Clase B, que reúne películas realizadas con bajo presupuesto, actores no reconocidos o en decadencia, y se asocia comúnmente a producciones de baja calidad. 
Es innegable que en la mayoría de las películas de terror los actores son desconocidos, de relativa performance y suelen estar llenas de clichés, lo cual identifica casi totalmente al género de terror con el cine Clase B. 

Por qué siempre lo mismo 
Nos iluminó Quentin Tarantino quién -aparte de tener un nombre magnífico-, dice que para hacer una película de género hay que adaptarse a sus exigencias, lo que implica que ciertos hechos y condimentos tienen que estar, siempre: algún personaje sobrenatural o maléfico, víctimas, héroes o heroínas, penumbra, soledad, música espeluznante, algo de crueldad o locura y evocaciones ominosas en colores pasteles. 
Tarantino asegura que los géneros son géneros porque permiten previsibilidad, y eso está bien. De ahí que comúnmente los directores de género no se caracterizan por ser originales, con estilo ultrapersonal o genios de la inventiva, sino maestros. Maestros en su oficio, que no hacen nada nuevo pero que lo que hacen lo reproducen a la perfección.

Cuando lo berreta se vuelve cool 
Si el Cine Clase B surgió alrededor de los años 30 como una respuesta de los estudios de Hollywood por la baja audiencia posterior a la caída de Wallstreet (maximizar beneficios a menor costo), ¿cómo es que con el tiempo algunas películas, como “Halloween” del propio Carpenter, se convirtieron en obras de culto? Quizás la canonización de los géneros menores, como el policial en la literatura, y dentro de ellos algunas obras, no se produce por combustión espontánea. Al contrario, parece ser necesaria la mirada de ciertos autorizados de la cooltura cinematográfica –es innegable que Tarantino es lo más cool que hay- que señalen sus virtudes, sus razones o su extraña belleza. 

Carpenter again

Por Juan Pablo Duarte 

The Ward (Atrapada) es la última película Jhon Carpenter, director emblemático del cine de terror moderno, que presenta a nueve 9 años de su último estreno. Entretanto, estuvo participando como director de uno de los capítulos de Masters Of Horror (titulado El Fin del Mundo en 35 mm), la serie producida por Mick Garris y emitida por Showtime entre el 2005 y el 2007.
El film no dice nada nuevo, lo que por cierto lo hace un buen exponente del cine de género. Antes de comenzar la película sabemos con bastante exactitud lo que va a suceder, pero esto no impide que nos asustemos y temamos por la suerte de nuestra alterada heroína en un horroroso neuropsiquiátrico.

Chicas de última 
Carpenter elige enmarcar su historia en la variante slasher del cine de terror, así que hay que prepararse para un personaje aterrador que vaya despachando una a una a las internas que acompañan a la protagonista. Si, es verdad, siempre lo mismo. Se trata de chicas frágiles que se la pasan huyendo de una criatura que no cesa en su tarea asesina, le hagan lo que le hagan.



No le endilguen la responsabilidad al bueno de John, él no puso las reglas, sólo las siguió con la pericia de un maestro del horror. Hasta que no suceda algo que haga variar las estadísticas, el público mayoritario de películas como The Ward seguirá siendo masculino. Por anacrónico que nos parezca, los hombres aún no nos amoldamos del todo a la idea de que un protagonista de nombre Jhon o Bill se pase hora y media gimiendo de terror en la pantalla. Por ese motivo, preferimos dejárselo a una chica que, en la medida de lo posible, se masculinice de súbito al final y le flor de biaba a eso que se obstina en asustarnos. 
Si les interesó este último tema, les recomendamos buscar material sobre la teoría de la final girl de la semióloga y medievalista de la Universidad de Berkeley Caroll J. Clover, especialmente su libro Hombres, Mujeres, y Motosierras de Género en la Película de Terror Moderno.